El Fondo Monetario Internacional advirtió que el intento de Grecia de mejorar sus atribuladas finanzas fracasará a no ser que acelere notablemente sus reformas, mientras que el Banco Central Europeo respondió a las sugerencias de que la solución sería una reestructuración de la deuda.
Los ministros de Finanzas de la UE rompieron un tabú cuando admitieron por primera vez que haría falta algún tipo de reestructuración para aliviar el peso de las deudas de Grecia, que suponen un 150 por ciento del PIB, una de las tasas más altas del mundo.
Han indicado que podrían pedirles a los acreedores privados que acepten una extensión voluntaria de los plazos de amortización de sus bonos de deuda griega,
pero también han dejado claro que la prioridad es asegurar la aceleración de las reformas en este país.
El Gobierno del socialista Giorgos Papandreu ha tenido problemas para controlar una evasión fiscal rampante y está bajo una fuerte presión para que comience a vender activos estatales y así ayudar a cumplir las metas fiscales establecidas en el rescate de 110.000 millones de euros que le concedieron la UE y el FMI.
De acuerdo con estas condiciones, debería reducir su déficit presupuestario al 7,6 por ciento del PIB este año. Thomsen aseguró que sin medidas adicionales, no bajará del 10 por ciento.
Fuente: El Espectador