Tanto si se tiene un trabajo a tiempo completo o es un trabajador independiente, cada situación laboral es única.
Actualmente vemos cómo aumenta el número de personas que trabajan desde casa, que montan startups o trabajan a tiempo parcial para llevar el estilo de vida que más desean.
Así que al que los horarios de trabajo y el estilo de vida, los ingresos y flujos de efectivo de la gente también son variables y únicos en cada caso. Tenemos el caso, por ejemplo, de una traductora freelance que cuenta con gran flexibilidad en los horarios y con clientes que requieren sus servicios de manera regular, por lo que su carga de trabajo varía de semana a semana.
Asimismo, a pesar que tiene clientes regulares, luego de facturarles sus servicios, algunos pagan al mes y otros cada quince días. Sin embargo, independientemente de cuándo le paguen, esta trabajadora freelance obviamente tiene gastos y facturas que llegan en la misma fecha todos los meses.
Crédito flexible y dinero disponible
Para quienes son como la traductora donde la flexibilidad es muy importante, entonces una línea de crédito puede que sea lo que se necesite. Mientras que en los préstamos tradicionales se pide una cantidad específica y luego se devuelve, la línea de crédito con sus pagos mensuales ofrece la flexibilidad definitiva.
Y es que la situación laboral de la traductora implica que, mientras espera a que sus clientes le paguen, va a tener problemas de efectivo de vez en cuando. Con la línea de crédito tendrá un límite máximo de crédito y retira sólo lo que le hace falta. De esta forma, siempre tiene dinero en efectivo y puede pagar sus facturas a tiempo.
Sólo se aplica interés a la cantidad retirada
Con una línea de crédito se puede retirar dinero, devolverlo, retirar de nuevo y devolverlo otra vez todas las veces que quiera. Y mejor aún, a este tipo de trabajadores independientes sólo se le cobra interés por la cantidad que tenga retirada y no por el límite máximo de crédito al que tiene acceso. Por lo tanto, a medida que devuelve dinero, el interés va bajando también.
Hacer devoluciones según el dinero que se tenga
Y dado que la línea de crédito es lo que se conoce como crédito revolvente, no hay un número fijo de plazos a pagar. La traductora, en nuestro ejemplo, puede elegir cuánto quiere devolver cada vez, siempre y cuando sea una cantidad igual o mayor a la cuota mínima mensual que se le cobra. Entonces, si un mes ha ingresado mucho, pues, se devuelve mayor cantidad. Y, ¿el otro mes ve se queda corta? Pues, hay que devolver el mínimo.
Así de fácil y flexible.
Vía: ferratum.es