4. Involucrar a la gente en las decisiones

Nada afecta más un trabajo en equipo si las decisiones son tomadas por un líder autócrata. Para evitarlo, hay que impulsar la generación de ideas, abrir la mente y motivar a cada empleado a compartir su opinión.

5. Hacer que haya un entendimiento entre las partes

Es muy fácil criticar el trabajo de los demás cuando uno no lo conoce. Así que para que haya empatía entre los empleados, se debe realizar ejercicios de rotación entre áreas para que cada miembro sepa en qué consiste la labor del otro y cómo podría contribuir a hacerlo mejor.

6. Motivar la responsabilidad y el compromiso mutuo

Cuando una persona es parte del equipo, sabe que los logros son responsabilidad de todos y cada uno de los miembros. No se debe fomentar la mentalidad de “éste no es mi problema”; sino que se debe hacer que los problemas y los aciertos sean compartidos.

7. Impulsar la comunicación

La única forma que todos los miembros trabajen como una afinada orquesta es que existan los canales de comunicación adecuados: los verdaderos equipos se retroalimentan y escuchan.

8. Aprovechar la diversidad

Un equipo de trabajo homogéneo opera con eficiencia pero sin mucha innovación. Al momento de crear los equipos se debe procurar que haya personalidades e intereses distintos, pero que se compartan el compromiso con la empresa.

9. Celebrar los éxitos grupales

Si bien es cierto que reconocer el trabajo individual es importante, es clave que las recompensas se den por resultados en equipo. Si sale algo bien, se debe reunir a todos los implicados y agradecerles por su trabajo.

10. Ser un líder

Todo equipo de trabajo necesita un líder que guíe y reúna los esfuerzos individuales.  Como tal, se tiene que llegar a tomar decisiones, con base en las ideas y opiniones del equipo.

Vía: soyentrepreneur.com
Foto: importancia.org