En el panorama financiero para que una institución te preste dinero –ya sea para comprar una casa o arrancar un negocio–, necesitas una historia crediticia verificable y confiable.
Las personas siguen patrones no sólo en su vida, sino también en lo que respecta a sus hábitos de pago y consumo. Por eso las entidades financieras deben revisar tu historial crediticio antes de poder brindarte un préstamo o crédito.
Este documento es un registro puntual sobre tu conducta de pago –positiva o negativa– de cada financiamiento que hayas contratado durante los últimos 24 meses. Es el referente que bancos, tiendas departamentales y de autoservicio, distribuidoras de autos y demás, utilizan para averiguar qué tan confiable eres y si cuentas con suficiente capital para adquirir y cubrir un nuevo financiamiento.

Tips para un buen historial crediticio
- Realiza un presupuesto. Corrobora que podrás cumplir los términos y pagos del financiamiento que solicitaste. Este cálculo debe ser detallado y no sólo un estimado.
- Información detallada. Debe incluirse cuánto gastas al mes en súper, comidas, ropa, etc. El total lo divides en gastos que son indispensables y aquellos que no, para que consideres si puedes hacer un ahorro y endeudarte”.
- Disciplina con tus consumos, te ajustes a tu presupuesto y lleves un buen manejo de tus finanzas personales.
- Adquirir seguros para tu auto y tu salud. En caso de alguna emergencia puedas continuar con tus obligaciones y no afectes tu historia crediticia. Y si tienes tarjetas de crédito, que procures hacer los pagos totales cada mes y en tiempo.
- Empieza ya. Entre más pronto adquieras un crédito, más rápido comenzarás a generar tu historia, que es la base para evaluarte como candidato a financiamiento.
- Mantén tu dirección. Procura no cambiar varias veces de domicilio fiscal. Eso es un signo de estabilidad.
- Paga a tiempo. Si no te retrasas en tus pagos, tu historial permanecerá impecable.
- No solicites demasiados créditos. Esto disminuye tu capacidad de pago y le resta puntos a tu score.
- Mantén buenas finanzas personales. Calcula tu presupuesto, no gastes de más, sé previsor y ahorra por lo menos el 10% de tu sueldo al mes.